Tener el honor de estar en el afiche de la carrera, como cuando me dieron el número uno en la carrera de aventura Huairasinchi, para mí es una responsabilidad y había que asumir, dar lo mejor de mí.
Ya quería competir, sí es 20 de enero y ya quería competir.
Son muchas cosas alrededor de ello, es el reencuentro con amigos y gente querida, el montar bici de montaña con seguridad, compartir almuerzo con nuestro equipo e historias al final de carrera, montarnos en la película del otro y reírnos juntos, es tener motivos para volver a escribir, es una excusa para estar con mi familia unida intentando darle el mejor ejemplo a la sobrina y múltiples razones más.
Voy con mi partner de entreno Gustavo Buitrago, sabemos que hemos entrenado con juicio para estar ahí y queremos que nos vaya bien a los dos.
¿No sé si alguno de ustedes se vio la película cadena de favores? Según la película un buen agradecimiento no siempre será con la persona que te da la mano, sino poder hacer algo más por alguien diferente. He tenido más de un ángel en el camino, que me ayuda como la nutrición de Going y muchos más, e intento compensar con un toque, así como ellos llevan años pendientes de mí, ahora espero hacerlo con Gustavo.
También está mi familia, ¡Ellos siempre ahí! Incondicionales. Y mis pupilos, que cada vez los veo más fuertes y me hacen feliz cuando me ganan.
Arranca la carrera con una subida, son 6 km de trail, y voy punteando junto con la novia de Gustavo, que berraquita, supe que era corajuda cuando una vez la invité a jugar fútbol y midiendo 1.48 era como la Messi del partido, pero que afortunada soy de poder ahora correr al lado de ella, admiración total, nos motivamos mutuamente. Me jala subiendo, la jalo bajando, hablamos y compartimos ese dolor que nos gusta en las piernas.
Siguen 20 km de bici de montaña, voy detrás de un grupo de hombres cuando de repente, paso un cruce sin señal, otro, uno más. Imposible que la organización no señale tres cruces, debemos ir mal. Sí uno es el primero en la carrera está más atento, pero como sé que llevo varios hombres adelante me desentiendo del tema y voy como burro tras zanahoria, bajo el ritmo y les pregunto, a los que me van pasando: ¿vieron señas? Algunos me dicen que, si y siguen, otros que no y siguen. Ya paro y decido esperar a Maria Paula (la novia de Gustavo) porque ella sabe el camino, pero no llega, llegan mis pupilos, les digo: vamos mal. Como siempre, sin preguntar, sin pensar, sin dudar Naty Castro me hace caso y se devuelve, en cambio Marcos, mi oveja descarriada dice, pero allá va toda la gente, sigue el ¨ganado¨ es decir el camino equivocado.
En mi mente está que ahora debo imaginar que esto es como una carrera de aventura, donde uno se pierde y sólo queda volver a tomar rumbo y seguir con la misma energía porque nada se sabe hasta pasar la meta. Voy súper concentrada pasando uno a uno, como caballo con anteojeras sólo mirando pa lante. Busco únicamente donde están las chicas y las animo cada que las paso. Se me cae la cadena un par de veces y corro con la bici en la mano como si siguiera en mi carrera de aventura.
Sentía como si empezará de ceros la carrera y yo hubiese comenzado de última, después de unas buenas subidas y de volver a pasar harta gente, pregunto en el camino, ¿cuántas niñas han pasado?, 4, más adelante 3, luego 2, voy llegando a empezar el segundo atletismo y le pregunto a mamá, me dice sólo ha pasado, la novia de Gustavo, ¡Me alegro! ¡Ganó en categoría sport y Gustavo en categoría expertos masculino. Yo sigo en mi carrera expertos femenina donde debo repetir los 6 km de atletismo iniciales, los duatlones de montaña me encantan pero en algunos momentos siento como si no fuera, atletismo ciclismo y atletismo, si no como si fuera, atletismo, ciclismo y caminata jeje . Paso la meta con mi sobrina en primer lugar, feliz de empezar el año en esto que tanto me divierte.